martes, 20 de septiembre de 2016

Seis enigmas para SHERLOCK HOLMES - Arthur Conan Doyle




Resultado de imagen para seis enigmas para sherlock holmesQuien haya leído EL NOMBRE DE LA ROSA recordará seguramente las sorprendentes habilidades intelectuales de fray Guillermo de Baskerville, aquel viejo religioso que intenta descifrar las misteriosas muertes ocurridas al interior de una abadía gracias a sus capacidades deductivas. Al investigar un poco sobre el libro, salta de inmediato a la vista el nombre del personaje que le sirvió a Eco para la construcción del religioso: Sherlock Holmes. Hasta ese momento solo había escuchado sobre el investigador de forma indirecta. Sabía, obviamente, casi por conocimiento popular, de Holmes como el detective clásico abocado a desentrañar los más variados casos policiales, pero no mucho más. No conocía que Arthur Conan Doyle, su creador, era un médico que escribía sus historias cuando sus pacientes no llegaban. Bueno, la cosa es que tras leer a Eco, quedé con un profundo interés por conocer más de cerca a este popular personaje, Sherlock Holmes y decidí comprar un libro con algunas de sus historias. De esta forma llegó a mis manos SEIS ENIGMAS PARA SHERLOCK HOLMES, una compilación de seis historias que desafían al investigador y que poco a poco, página a página, van cautivando al lector. El primer elemento que me hizo enganchar con el libro es una escena en que un hombre enmascarado entra al cuarto donde Watson y Holmes esperan, luego de recibir previamente una carta que confirmaba la llegada de un cliente a ese día y a esa hora. Holmes lo recibe muy cortésmente y luego le indica “¿por qué no se quita esa máscara, Su Majestad?” Y el enmascarado, taciturno ante las habilidades del investigador, tartamudea un par de palabras intentando saber cómo Sherlock ha podido “adivinar” su verdadera identidad a pesar de todos los resguardos tomados. Y claro, luego Sherlock Holmes le explica los elementos que le hicieron ver quién era realmente el enmascarado y el rey queda boquiabierto por la explicación, pues a pesar de que luego de ser presentada resulta elemental, nadie salvo él pudo verla con anterioridad. Y ahí radica finalmente el encanto del asunto. Como un mago que ejecuta su acto imposible dejando a todos sorprendidos, pero que luego de explicar los procedimientos de su arte, la verdad de su magia era mucho más terrenal y comprensible de lo que en realidad pudimos haber imaginado. Así mismo Holmes encanta con su magia deductiva, mostrándonos a todos, lectores y personajes, que los signos de la realidad son verdaderamente la punta de un iceberg que sobresale frente a la inmensidad de hechos que permanecen desconocidos pero que explican finalmente que la punta haya emergido a la superficie.
Me encantó el libro. Lo encontré muy interesante, muy instructivo también. Hasta yo mismo me sentí tentado de ocupar sus habilidades más de alguna vez, para caer en cuenta que solo en manos de Sherlock cobran real vida.
Tiempo después compré otro de Arthur Conan Doyle –El valle del terror- creo que se llama. Ahí veremos qué tal.


Los altísimos - Hugo Correa



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Resultado de imagen para hugo correaLlegué a los altísimos por un congreso que organizaba el doctorado en literatura de la Universidad de Chile. Un amigo me había invitado a exponer el análisis de mi tesis de magister. El tema era la literatura fantástica, y como mi tesis tenía que ver con la literatura de terror chilena, dije sí, acepto, y partí a conversar con los doctores. En fin, eso no es lo que rescato en realidad. Pasó que al final de las exposiciones, un estudiante del doctorado con pinta de anarko electro punk empezó a nombrar a algunos de los autores nacionales que abordaban el tema y salió ahí, por primera vez para mis oídos y sí, con algo de vergüenza reconozco, el nombre del célebre pero desconocido escritor chileno Hugo Correa. Y ni más ni menos que de Curepto el perla.  Más tarde, tomándonos una cervezas con mi amigo luego del momento académico, le pregunto, oye… ¿por qué nunca he oído hablar del autor que comentó tu compañero?... de puro gil no más, me respondió. Y toda la razón. De puro gil no más no conocía a Hugo Correa, ese grande de las letras chilenas tan desconocido y tan importante a la vez. LOS ALTÍSIMOS, ése era el nombre de la obra cumbre que había escrito hace ya casi 70 años y que le valió en su momento el reconocimiento de dioses como Ray Bradbury e Isaac Asimov (quien por cierto murió de SIDA… luego de una transfusión, dicen). Partí a las librerías en Santiago para buscarlo pero no estaba en ninguna parte. No fue hasta que volví a mi querido Concepción que pude hallarlo en la librería Antártica a solo 8 luquitas. Baratísimo. Como la mayoría de los textos que compro, no lo leí de inmediato. Lo puse en el estante de los escritores chilenos y continué la lectura del de turno (no recuerdo cuál en este momento). Hasta que finalmente lo saqué y comencé a echarle un vistazo a las primeras páginas, en que Hernán Varela despierta en una clínica pulcramente blanca mirando el techo sin saber muy bien qué pasó. Ahí conoce a L, quien le informa que vivió una borrachera muy grande y que había sido necesario trasladarlo a un centro hospitalario. L le comunica que su nuevo nombre es X y que está en Polonia. Sí, Polonia, trasladado en avión mientras se encontraba inconsciente.  Sin embargo hay algo raro, algo en el aire o en la línea del horizonte que le hace sospechar a X que L no le está contando toda la verdad. Bueno, no diré más, para que nadie ocupe estas líneas como torpedo para algún control de lectura cuando libros como el suyo se inserten en los planes de lectura de algún establecimiento educacional (quiera Dios que así sea). Diré eso sí, que el libro es una obra excelente. Bellamente escrita, perfecta, nostálgica, hermosa, tridimensional si se quiere, fractal como diría mi buen profesor de epistemología, Fabio Merino,  que mezcla tantos elementos en un solo escenario que finalmente uno como lector no sabe muy bien cómo calificar. Es una obra de ciencia ficción, claro está, que plantea situaciones de terror, de misterio, etc. Es una obra de ciencia ficción que plantea elementos que otros, muchos años después retomaron en sus películas y en sus obras. Vemos la concatenación de autores en libros como el suyo. Somos testigos a través de sus páginas cómo las obras de unos sirven a grandes para continuar tallando las paredes de esos mundos inalcanzables. Huxley, Correa, Bradbury, Orwell, Asimov, King, Dick, todos grandes al mismo nivel, pero desafortunadamente no todos igual de conocidos.
Hace poco terminé de leer una novela corta de Hugo Correa: EL QUE MERODEA EN LA LLUVIA, y a pesar de que no está al nivel magistral de LOS ALTÍSIMOS, y que a ratos se hace un poco confusa leerla, hace de este autor chileno uno de los grandes trabajadores de la ciencia ficción, tanto a nivel mundial como nacional.