martes, 3 de mayo de 2016

El vendedor de pájaros - HERNÁN RIVERA LETELIER


Ayer intenté redactar algunas líneas sobre este libro pero me di por vencido y boté el archivo. Hoy lo intento de nuevo. Me preguntaba si será necesario o suficiente que hable de todos los libros que leo o solamente de aquellos que vale la pena hablar. ¿Suficiente para quién? Ni siquiera sé si alguien lee estos comentarios o si sirven a alguna persona para encaminar sus futuras lecturas. Quizá. En este momento estoy leyendo a Bukowski, pero escribo esto para hablar de otro, de Hernán Rivera Letelier, otra vez más.

Hace algunas semanas terminé de leer el vendedor de pájaros y a pesar de que lo abrí con todo el entusiasmo que los libros de rivera Letelier me hacen sentir, a poco avanzar me empezó a dar una sensación de modorra tal, que no supe muy bien si continuar o no. Como era un libro corto, seguí adelante, y afortunadamente así, pues las últimas partes logran salvar del fiasco a esta novela.

Nuevamente nos topamos con el mismo paisaje, la salitrera, y todos los personajes que en ella sobreviven, como termitas royendo un tablón medio podrido. La historia esta vez era de un sujeto que se baja en una estación de trenes “DESOLACIÓN”, donde nadie más se bajaba, por un dolor de muelas. Es ahí cuando comienzan a entretejerse los hilos de este señor y las señoras habitantes de la oficina. Nuevamente nos topamos con sus personajes clásicos, la puta, el afuerino, el tren, el burdel. Organizados de una forma distinta pero no tan novedosa, en realidad. No contaré del libro, para eso tienen que leerlo y además me da un poco de flojera hacerlo. No recuerdo mucho ya. Bueno ya, a ver. Un grupo de mujeres que se juntan para planificar una rebelión feminista contra los abusos del jefe amo y señor de la oficina. Ni contarles cuando los de arriba se enteran de los planes: llovieron las balas, torturas y bofetadas. El vendedor de pájaros al medio, amarrado a un cepo expuesto durante varios días al calor infernal del desierto. Por supuesto que no faltó su enamorada (este vendedor es una versión algo distinta pero finalmente nos refiere al mismo personaje que ocupa en Historia de amor con hombre bailando, algo distinto al Cristo de la resurrección), dispuesta a dar la vida por este hombre encantador.

Tengo sentimientos encontrados con este libro. Todo el mundo dice que chiste repetido no termina siendo muy bueno y me pasó con éste que la estrategia que utiliza el autor para cerrar la historia, es la misma –pero en otra versión, claro- que ocupa en Los trenes se van al purgatorio. Esta última novela resulta sublime y deja al lector con un nudo en la garganta porque el final es legítimo, honesto, a diferencia de El vendedor de pájaros. En este último libro el autor, con todo el respeto que me merece porque es un buen escritor, utiliza una fórmula ya hecha y ya utilizada en una historia distinta, restando calidad al conjunto.

No me gustó mucho el libro, lo encontré flojo y a ratos divaga mucho en situación que no convocan ni contribuyen a la historia final. Espero que las próximas obras de Hernán Rivera Letelier tengan la calidad que encontrábamos en sus primeras líneas.

 

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