viernes, 20 de enero de 2023

DESPUÉS - Stephen King

Como les comentaba en el post anterior, los libros van íntimamente ligados a los momentos en que los leímos. La historia del perro a medianoche me acompañó por algún tiempo, pero requería volver a terrenos conocidos. Hace poco leí en Goodreads, una aplicación para lectores, a una persona que decía que leer a Stephen King era como volver a casa. En realidad la persona describió bien lo que siento yo al leerlo y pude darme cuenta que no soy el único. Con tantos libros y tantos lectores alrededor del mundo, Stephen King se nos hace ya a muchos como el old uncle Steve que nos pide sentarnos a sus pies para narrarnos algunos de sus cuentos.

Quien suela leer al old uncle Steve, conocerá ya sus tópicas bien definidas: poderes mentales (El Resplandor, Carrie, Dr. Sueño, Duma Key) y todo lo asociado con lo paranormal desde esa esquina. Desechado por muchos, adorado por otros -me sumo a estos últimos- llega nuestro viejo amigo con esta novela, una de sus últimas a retomar temáticas presentes ya en IT (el rito de Chüd) para presentarnos la historia de Jamie Conklin, un joven normal y ordinario pero con un poder especial:  puede ver a las personas recientemente fallecidas. Suena terreno de uncle Steve, ¿no? Y la cosa es que hay personas que se enteran de este poder de Jamie y, obviamnete, para que surga una historia, quieren sacar provecho de él.

ALERTA SPOILER

Su madre, una editora venida a menos que en el momento en que espera el lanzamiento del único libro que puede salvar a la empresa a punto de quebrar, recibe la noticia de que el autor del libro ha muerto. ¿Qué creen?, le pide ayuda al hijo Jamie para ir a conversar con el cadáver y sacarle la historia para escribirla ella. 

Y bueno, para que la historia fuese acorde a nuestros tiempos, no podía faltar el personaje LGBT: la pareja de la mamá, una policía de Nueva York corrupta que presencia la interacción de Jamie con este ser invisible (el espíritu del autor), quien le cuenta a nuestro protagonista la historia que no alcanzó a publicar (¡ah!, se me olvidaba, estos fantasmas no pueden decir nada más que la verdad). De esta forma la mamá escribe la historia y la hace pasar como si la hubiese escrito el fallecido.

La cosa es que la policía pareja de la madre, como es corrupta y no conoce moral y ser buena gente está lejos de sus características, después de muuchos años, cuando cae en desgracia en la policía de Nueva York (algo así como Clarice Starling en "El Silencio de los Inocentes 2", más conocida como "Hannibal"), intenta chantajear a Jamie para que lo ayude a encontrar a un asesino múltiple que antes de volarse los sesos, dejó instalada una bomba sin decir donde. 

Jamie no quiere, obviamente, no es agradable hablar con un espíritu a cuya imagen le falta la mitad del cráneo (ah, se me olvidaba n°2, los espíritus quedan con la última forma que tuvieron en vida, ropa, cuerpo, etc.) pero cuando la corrupta lo amenaza de contar a la prensa que la novela publicada por su madre editora no fue escrita por el autor sino por ella (aquí como que el argumento se cae un pelín porque sería ridículo pensar que alguien creería tal cosa, pero no importa, es uncle Steve y se lo perdonamos), Jamie no le queda más camino que aceptar.

Y se encuentra con el descabezado. Y aquí, ahorrándoles un montón de páginas de placer, ocupa el mencionado rito de Chüd, enfrentándose con el espíritu y muy a lo Pennywise, ve dentro del él, el ya conocido fuego fatuo. 

Y no les cuento más. Esa es como la base del libro.

Ya sé la pregunta y la respuesta es NO. No es necesario haber leído un libro previo de la cosmogonía IT, por tanto quien desee una lectura excelente sin conocer el universo King, puede perfectamente tomar este libro. Habiendo dicho eso, este libro sí se inscribe obviamente en el universo Pennywise, siguiendo líneas emparejadas pero tan disimiles como 22/11/63, Insomnia, etc. 

Como siempre, uncle Steve es volver a casa y tomar un libro suyo aún siendo terrorífico y plagado de cadáveres, fantasmas y fuegos fatuos, reconforta. 

Quien no lo haya leído, comience a hacerlo, y Después es una buena opción. Y quien ya sea lector habitual, pues ya sabe de lo que estoy hablando.

Long live The King!


 

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