jueves, 9 de noviembre de 2017

De "FIN DE GUARDIA" - Stephen King

Vale, Stephen King es un dios y no me avergüenza reconocerlo. Lo admiro como escritor y pienso que es un excelente narrador. Como a muchos, me animó a mí y a cientos a encontrar verdadero placer en las letras a través de sus narraciones. A pesar de lo que le enrostren los críticos como Harold Bloom, quien en una desafortunada acción califica su literatura como basura, lo que realmente importa en la lectura es que abra espacio a la reflexión, y si la reflexión la encontramos a partir de elementos sobrenaturales, elementos fantásticos, elementos cotidianos y terroríficos, pues bienvenida sea.
 
Hoy comento el fin de la trilogía de Bill Hodges y Brady Hartsfield, que comienza con Mr. Mercedes, pasa por Finders Keepers (mal traducida por Quien Pierde Paga) y termina con Fin de Guardia. En esta última novela se encuentran nuevamente Bill Hodges y Brady, su eterno archi enemigo, su guasón, su rival, para poner fin a la competencia entre el bien y el mal. Recordemos que Brady ha quedado en estado vegetal en la primera novela cuando Holly Gibney, el robin de Batman, podríamos decir, le ha pegado en la cabeza al psicópatico muchacho y le ha dejado el cerebro frito (como dirían los personajes). Sin embargo en la segunda novela veíamos resurgir desde las cenizas las pocas brasas que no quedaron completamente apagadas y en esta tercera narración, aquellos pedazos de carbón moribundo que cobran fuerza e inician nuevo fuego. Brady, esta vez, ayudado por un medicamento experimental, desarrolla una serie de poderes cerebrales que le permiten inicialmente la habilidad de la telekinesis (mover cosas con la mente). Este tema le fascina a Stephen King, hay de decirlo, así comienza su carrera, con Carrie, y la retoma en esta nueva novela, las capacidades no exploradas de la mente. Pero Brady, obviamente, no se queda solamente en el control de objetos sino que al poco tiempo descubre que a través de dispositivos electrónicos, es capaz de una especie de telekinesis mental, vale decir, que puede entrar y "mover" las mentes de otras personas. De mesta manera comienza a organizar un plan macabro, cobrar venganza de todas las adolescentes que no pudo acribillar en el concierto de 'Round Here, por el porrazo que le dio Holly y que casi le vuela la cabeza. De esta manera Billy Hodges comienza la nueva carrera por impedir que el malévolo Brady se salga con las suyas, solo que ahora, afectado por un cáncer de páncreas avanzado, ya no tiene ni mínimamente la energía que antes le permitió enfrentar a su archi enemigo.


Resultado de imagen para fin de guardiaLa novela me gustó mucho pero no me fascinó como sí lo hicieron las dos anteriores, que eran completamente policiales. Quizás el aspecto paranormal y poco probable de la telekinesis, en este caso, le redujo un poco el mérito porque me distanciaba de la realidad. Una pequeña ampolleta en la mente de los lectores nos dice que a pesar de que la historia esté estructurada de manera perfecta, no es posible creernos algo así. Y ese no creernos algo así, nos aleja un poco de la verosimilitud, elemento tan esencial para una buena narración. Dejando de lado ese aspecto, la historia es muy buena, muy entretenida y emotiva, muy humana, vaya que sí. King logra encajar magistralmente todas las piezas que va presentando de poco a poco, de tal manera que al final de la historia contemplamos la maquinaria total, con todos sus engranajes, funcionando sincronizadamente sin ningún cabo suelto. Una melodía casi perfecta.
Hubo un aspecto que me llamó la atención. En la primera página de la novela King dedica el libro a Thomas Harris (recordemos, el creador de la también trilogía (ahora caigo en cuenta) del Dr. Lecter: El silencio de los corderos, El dragón rojo y Hannibal). Debo decir que cuando leí a Harris, hace ya algunos años, quedé también impresionado por la congruencia de los hechos que le dan calidad a cualquier novela policial o detectivesca. Me puse a pensar en qué elementos de la narrativa de Harris se habrá fijado King, como para dedicarle el libro. Y no fue dificil encontrarlo: el momento casi solemne en que Hodges toma el teléfono de Fredi y contesta sin saber que al otro lado se encontraba Brady. Esta escena nos recuerda el momento en que Hannibal contesta el teléfono del inspecto Rinaldo Pazzi, ya atado y próximo a morir, para encontrarse ahí, casi face to face con su amada rival: Clarice Starling. El segundo momento que nos recuerda a las novelas de Harris, es cuando Starling encuentra por su propia cuenta la casa de Jame Gumb y éste, algunos minutos después, la persigue por la casa a oscuras sin que ella lo vea, utilizando un visor nocturno. No describiré la escena en la novela de King que nos recuerda esta secuencia, deben leerla y encontrarla por ustedes mismos, jeje.
En fin. La novela recuerda mucho la maestría de King para mover las emociones de sus lectores. La terminé de leer anoche y quedé insomne durante un buen rato sin poder pegar ojo. Recuerda en ese sentido el trabajo magistral de La Milla Verde (The Green Mile) y lo emocional que nos pusimos todos al leerla.

Fin de Guardia constituye un muy buen trabajo, y se transforma en el punto perfecto, el broche de oro, por así decirlo, para cerrar la saga de Hodges y Holly. Solo me queda una interrogante. Si ambos protagonistas dejan el mundo casi al mismo tiempo, ¿seguirán batallando allá, al otro lado de la realidad, uno comandando las huestes celestes mientras el otro las del inframundo? Ahí te va una idea, maestro King! :)

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